Según el escrito de LaLiga, los insultos se escucharon en el minuto 57 del encuentro y fueron pronunciados por un grupo de unos 600 aficionados locales, ubicados en los sectores 109 y 110 de la Grada Cornellá, que estaban situados detrás de una pancarta que los identifica como integrantes del grupo denominado "Curva RCDE".
La denuncia de LaLiga alude también a otro cántico procedente de la misma zona del estadio, en el minuto 74 del encuentro, entonado por unos 200 espectadores, en referencia al portero del Atlético de Madrid, que se encontraba en ese momento tendido en el terreno de juego.
Pese a los hechos denunciados, LaLiga destacó en su escrito las medidas de prevención de la violencia adoptadas por el Espanyol, como los controles de acceso al estadio y los mensajes emitidos a través de megafonía y los videomarcadores del recinto.