Lamine Yamal: el niño al que le han quitado la pelota

Hay quórum al asegurar que si Lamine Yamal hace todo lo que hace con solo 17 años es porque cuando sale a jugar solo piensa en divertirse. Sin la presión de lo que haya en juego. Sin mirar cuánto pesa el escudo rival o el propio. Sin escuchar el ruido de la grada que pita. Sin pararse a pensar en el currículo del gran defensor que intenta pararle. La eliminatoria ante el Inter le ha terminado de encumbrar en cuanto a responsabilidad y tirar del carro. Ahora toca verle en una nueva faceta tras la frustración de la eliminación. 

Y si se lo pasa en grande como un niño cuando las cosas van bien, ahora es momento de medir su rabia desde el mismo prisma. Porque los niños se enfadan cuando les quitan el balón o les dicen que no pueden jugar más. Y así se siente el atacante de Rocafonda y lo dejó claro poco después de la derrota en Milán. Ahora el destino le pone por delante un 'Clásico' inmediato en el que se verá otro escalón de su madurez: si ese mal rato le bloquea o si, por el contrario, le propulsa y motiva para ser más descollante aún. 

Tanto en la ida como en la vuelta, Lamine Yamal demostró bien claro que se puede echar el equipo a sus espaldas y asumir toda la responsabilidad. Marcó en Barcelona, no así en Milan. Pero cada vez que cogía el balón, sembraba el caos en los rivales. Inzaghi no dudó en duplicar y triplicarle la vigilancia. Dimarco sudó la gota gorda y tuvo que recurrir a continuas faltas para pararle. Sommer le sacó goles imposibles y aun así no dejó de intentarlo hasta el último latido. 

No hay consuelo posible tras caer a las puertas de una final de Champions, uno de los grandes sueños del barcelonista. Pero, sin duda, ganar un 'Clásico' y dejar la Liga prácticamente sentenciada sí que sanaría algunas heridas. Y está por ver si en él Lamine Yamal ante Fran Gracía muestra una dimensión más de jugador o se bloquea. 

Hay un precedente cercano en cuanto a entidad del rival y momento de tensión: en las semifinales de la Eurocopa, cuando Francia se puso por delante y parecía poner cuesta arriba la clasificación para la final, fue él quien tomó las riendas y, con un golazo increíble desde la frontal, volteó el panorama. 

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