Las 12 curiosidades que no sabías de Gnabry

Gnabry tiene una  buena historia detrás. Con solo cuatro años ya le dejó claro a sus padres que su pasión iba a ser el fútbol, ya que con esta corta edad le empezó a dar patadas al balón junto a sus abuelos.

Su madre es alemana, mientras que su padre es marfileño, pero juega para Alemania. En el combinado nacional ha marcado ya nueve goles en tan solo diez partidos con la absuluta, puesto que pasó por la Sub 17, 18, 19, 21 y 23.

Cuando solo tenía 16 años hizo las maletas para irse a jugar al Arsenal, en el que solo jugó 16 partidos como máximo con la Sub 21 y su entorno tuvo razón cuando le dijeron que lo mejor era que se quedara en Alemania.

Gnabry fue a jugar los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y consiguió la medalla de plata, por lo que golpeó las puertas del primer equipo de Alemania. Cuando Löw lo llamó, el delantero no se lo creía y pensó que era una broma que alguien le estaba gastando por teléfono.

Cuando se puso la camiseta de Alemania hizo historia al convertirse en el primer jugador debutante en hacer un triplete de goles desde que lo hiciera Müller en el 1976.

Vegano, Gnabry tuvo que hacerse un hueco para llegar al Bayern, ya que el club lo cedió primero al Hoffenheim y solo tres días después de firmar hasta que apostó por él y explotó en el campeón de la Bundesliga.

Primero, Gnabry destinó una parte de su sueldo en un gran acto solidario y se declaró fan de James Harden, de ahí la celebración movimiendo una cuchara. Pero además del baloncesto, a Gnabry también le gusta y sabe tocar el piano.

Para más inri, el ariete no había marcado en Champions League nunca y cuando lo hizo fue para endosarle cuatro al subcampeón de la edición de la temporada 18-19.