Marc Overmars
Era el mejor extremo del mundo. Llegó en 2000 a 'can Barça'. Iba a sustituir a Figo, puesto que el Barcelona tenía dinero y tapar el agujero sentimental era básico. El holandés no fue un fiasco, pero nunca estuvo a la altura de los 40 millones que se pagaron por él.
Emmanuel Petit
Llegó a la vez que Overmars y rindió todavía menos. El mediocentro fue clave en Francia, pero se mostró pasivo, no rindió y solo su melena dejó buen recuerdo. Duró una sola temporada en la ciudad condal.
Alex Song
25 millones de euros por un jugador que no era lo que pedían. Song ya jugaba casi de mediapunta en el Arsenal y el Barcelona lo fichó como un recambio de Busquets... incluso como central. El desastre, claro, fue cuestión de tiempo.
Aleksandr Hleb
Fue pieza del Barça del triplete... pero en el banquillo. No tuvo protagonismo alguno y el jugador comenzó un serial de cesiones que acabó con el mediapunta fuera del Barcelona algunos años después. Los 16 millones invertidos en él fueron en vano.
Thomas Vermaelen
El Barça pagó 10 millones por las lesiones de un central zurdo de garantías que, finalmente, no ha podido rendir a la altura de lo esperado. Si ninguna actuación increíble lo impide, saldrá del Barça al final de esta temporada.