El Barcelona derrotó a la SD Huesca en su partido de Liga, pero el triunfo peligró en cierto momento por el tanto de penalti de Rafa Mir cuando la contienda iba 2-0. Los oscenses recortaron distancias y los azulgranas, al descanso, se acercaron a preguntarle al árbitro por qué el VAR no revisó la dudosa jugada.
En concreto, acudieron Ronald Koeman, Leo Messi y Jordi Alba. El entrenador fue el más activo y se dirigió varias veces a Cordero Vega para saber por qué el videoarbitraje no había actuado. El lateral, ya enfilando el vestuario, soltó un claro "p*ta m*erda el VAR".
Ya en la segunda mitad, todo ello quedó en anécdota, pues Mingueza y el propio Messi marcaron dos goles y terminaron de tumbar a los de Pacheta. En caso de no haber obtenido los tres puntos, se habría puesto mucho más el foco sobre aquella pena máxima.
No es la primera vez que un club se queja del VAR desde su implantación. Sigue habiendo decisiones que no dejan indiferente a nadie y que generan una ola de comentarios en las redes sociales sobre si los colegiados acertaron o no a pesar de contar con la tecnología.