El Barcelona 2.0 de Ronald Koeman echó a andar en Liga con un triunfo por 4-2 ante la Real Sociedad en un choque en el que los azulgranas se divirtieron y contentaron a la afición, aunque no borraron la sensación de debilidad en defensa del pasado curso.
Sin Messi, los del técnico neerlandés trabajaron mucho más en la presión tras pérdida, que fue especialmente efectiva en el primer tiempo y durante diversas fases del segundo. Gracias a las recuperaciones cerca del área rival llegaron dos goles, pero pudieron caer al menos otros dos a lo largo de 90 minutos en los que el Barcelona destacó especialmente en ataque.
Comenzando desde la portería, el once del Barça estuvo comandado por un Neto que reemplazó al lesionado Ter Stegen. El brasileño solventó con acierto los escasos acercamientos de la Real Sociedad hasta el gol de Lobete. No estuvo dubitativo con el juego de pies y solo pudo hacer algo más en el lanzamiento de falta de Oyarzabal, que rozó con los dedos aunque fue incapaz de detener.
En el eje de la zaga, Gerard Piqué adelantó lo que va a suceder esta campaña. El central va a ser el líder del equipo aunque el brazalete lo lleve Sergio Busquets. Junto a él, Koeman eligió a Eric García por delante de Araujo. El ex del Manchester City, una petición de la pasada campaña que no pudo aterrizar en el club hasta esta, se estrenó en partido oficial con un partido muy serio, rápido al corte y sin dudas a la hora de salir con el balón jugado. En ese sentido, junto a Piqué estuvo mucho más resguardado que en la Selección Española al lado de Laporte o Pau Torres.
No hubo novedad en los laterales, donde Sergiño Dest y Jordi Alba confirmaron que incluso con defensa de cuatro la idea de Koeman es que vivan permanentemente en campo rival. El gol de Lobete, ya con el debutante Emerson en el terreno de juego, reafirmó los problemas azulgranas con los balones a la espalda. No llegó el brasileño a cerrar un gran pase de Barrenetxea y se coló el canterano 'txuri-urdin' para superar con clarividencia a Neto.
El centro del campo también se mantuvo inamovible en relación a la 2020-21. Koeman apostará por Busquets, De Jong y Pedri siempre que pueda y el tinerfeño continuó acumulando minutos en sus cargadas piernas. Fue de más a menos como De Jong, quien terminó algo desdibujado tras un primer tiempo en el que dejó detalles de ese paso adelante que se espera de él en relación al último curso.
Más novedades hubo en el ataque, donde el Barça ya no recurre al 'Messi sistema'. Griezmann se ofreció mucho más y rondó el gol en un primer cuarto de hora sublime. No cesó ahí y participó en todas las fases del juego de ataque, desde la construcción hasta la finalización, con una alegría que no se había visto hasta entonces en el Camp Nou. El galo apunta a ser uno de los grandes beneficiados de la marcha de Messi.
Al Barça le salió todo en ataque. Memphis cayó a banda, llegó a posiciones de remate y hasta bajó a recibir para dejar un sombrerito de genio al comienzo del partido. También supimos que él será ahora el Messi del balón parado en el nuevo Barcelona. El neerlandés botó absolutamente todas las acciones peligrosas y le sirvió el 1-0 a Piqué con un caramelo al corazón del área.
Braithwaite fue la gran sorpresa. El danés continuó con los brotes verdes de la Eurocopa, hizo dos goles y dio la razón a Koeman de que quizás no sea tan mala decisión ponerle en la banda. El ex del Leganés culminó su partidazo con la asistencia a Sergi Roberto en los últimos compases del partido. La duda ahora es saber si el Barça seguirá intentando venderle o no.
En definitiva, una sólida actuación del Barcelona, aunque aún queda mucho trabajo por delante. Los azulgranas ya golearon al Villarreal en su estreno liguero en la 2020-21 y luego las cosas se torcieron. Esta vez, teniendo en cuenta además que aún podría llegar algún fichaje y que hay varios futbolistas importantes de baja, las cosas apuntan a ser muy diferentes.