Pese a que lo sorteó en un primer momento, Son Heung-Min no tuvo más remedio que viajar a Corea del Sur para efectuar el servicio militar obligatorio de su país.
Lo hizo durante el confinamiento, situación por la que tuvo que guardar varias cuarentenas en una situación un tanto surrealista.
El asiático charló con los medios oficiales del Tottenham sobre el servicio militar, algo habitual en los futbolistas en España en los años 80 y que ahora parece lejanísimo.
"Fue una buena experiencia. No puedo contar todo lo que hice, pero lo disfruté mucho. Había buena gente", arrancó Son.
"Las tres semanas fueron duras, pero intenté disfrutarlas. No sé cómo se sintió el resto pero, para mí, fueron muy largas", continuó el futbolista 'spur'.
"El primer día no nos conocíamos, así que todo fue muy raro. Luego, cuando ya nos conocimos, pasábamos todo el día juntos. En un cuarto, estábamos diez personas, así que todos éramos muy cercanos y nos ayudábamos", dijo de su día a día y de las condiciones en las que tuvo que vivir durante la mili.
A Son le sorprendió la timidez o respeto de sus compatriotas: "Al principio, nadie me hablaba ni se acercaba. Luego, acabamos bromeando y disfrutando todos juntos".
El jugador del Tottenham también habló de su vuelta a Londres: "Tenía muchas ganas de volver y estaba expectante. Había echado mucho de menos a los chicos. No sé cómo se han sentido ellos, pero yo les he echado mucho de menos".
El coreano habló de la extraña forma en la que ha podido ir reencontrándose con todos por los entrenamientos individuales: "Un día me reencontré con Harry, otro con Ndombele... Paso más tiempo con mis compañeros que con mi familia, así que la forma en la que me recibieron me reconfortó mucho".