30 de junio, día para decir adiós en el Fútbol Club Barcelona. Cuatro son los futbolistas que abandonarán la nave azulgrana, ninguno de ellos llegó a ser parte importante durante las últimas temporadas. Quizá Vermalenen, en algunos tramos muy concretos, tuvo especial incidencia. De Douglas, Murillo y Boateng, ni rastro.
Al central belga, que abandonará el Camp Nou tras cinco temporadas -una de ellas la pasó cedido en la Roma- y 53 encuentros disputados, siempre estuvo lastrado por las continuas lesiones. Cuando consiguió enlazar varios encuentros seguidos, no desentonó. Tiene 33 años.
Douglas, al que muchos bautizaron como el heredero de Dani Alves, resultó ser un futbolista intrascendente que solo vistió la camiseta azulgrana en ocho ocasiones. Se marchó cedido a Sporting, Benfica y Sivasspor, desde donde regresará a las oficinas del Camp Nou, en todo caso, para despedirse.
Hablar de Jeison Murillo y Kevin-Prince Boateng es hacerlo de dos fichajes invernales que Ernesto Valverde no quería. Ni uno ni otro. El colombiano jugó cuatro encuentros y ni la compleja recuperación de Umtiti le permitió estar debajo del foco. Boateng, el supuesto sustituto de Munir, fue una sombra de sí mismo.
Llegó avalado por su buena etapa en Las Palmas, donde en ocasiones jugó como delantero centro. Sin embargo, esa posición jamás fue la suya... y se notó en los apenas 303 minutos que le dio Valverde. Ni un gol, ni una asistencia. Nada. Uno de esos jugadores que el barcelonismo no echará de menos.