La situación de San José Oruro sigue siendo un quebradero de cabeza para la directiva. El conjunto boliviano tiene una deuda que no le permite fichar jugadores y la situación del equipo tanto deportiva como institucional preocupa.
La FIFA vetó al club con una sanción que le impide traer nuevos futbolistas si no cumple con los 400.000 euros que debe a cuatro personas que formaron parte del cuadro de la ciudad de Oruro el pasado curso.
La directiva está tratando de conseguir fuentes de financiación para solventar su tesitura, ya que la plantilla está casi desmantelada y necesita dinero de forma urgente para traer caras nuevas.
Las deudas que el club tiene que pagar son con el entrenador Julio César Uribe (150.000 euros), el futbolista argentino Nahuel Quiroga (100.000), el venezolano José Caraballo (250.000) y el uruguayo José Luis Tancredi (27.000).
'Goal' también apunta que la situación institucional de la entidad tampoco ayuda, ya que también tiene una gran deuda con su actual plantilla. Los jugadores deben recibir aún casi tres meses de sueldo, así que no descartan ir a juicio para recuperar su dinero.