Paradoja 'blue'. El Chelsea contará esta temporada con dos de los fichajes más caros de su historia. Para ser exactos, el tercero y el sexto de un 'top 10' liderado por Kepa (80 millones) y que cierra Drogba (38).
Los londinenses han abonado 64 millones de euros por Christian Pulisic, sólo superado por el portero español y los 66 'kilos' que pagó por Álvaro Morata. Mateo Kovacic es la segunda compra millonaria. El ex del Madrid le costó 45 millones al club inglés y se sitúa sexto en el ranking.
Pero, ¿cómo ha birlado el Chelsea esta prohibición? Ambos casos tienen diferencias significativas, pero en los dos se repite el mismo resultado: llegan a un Chelsea sancionado.
El estadounidense firmó por los 'blues' el pasado 2 de enero, pero se quedó cedido en las filas del Borussia Dortmund. Al haberse realizado la operación en el anterior ciclo económico, previo a la sanción, el movimiento es totalmente válido.
Por su parte, Kovacic sí ha sido comprado este mismo verano. Sin embargo, al haber a préstamo el pasado curso en el club londinense y haber tenido ficha en el mismo, la situación adquiere legalidad.