Y lo peor es que el Stoke apenas ha rebajado sus exigencias desde que terminase la pasada temporada, con los 'potters' firmando un decepcionante decimosexto puesto.
El Stoke sigue enrocado en sus 25 millones de libras, que al cambio serían algo más de 27 millones de euros, una cantidad a la que ni se acercan los principales pretendientes del portero inglés, Aston Villa y Bournemouth, dice el 'Birmingham Mail'.