El Mónaco sigue sin levantar cabeza. La llegada de Henry, que llegó para sustituir a Jardim, no ayudó en nada a un equipo que continúa navegando a la deriva.
Tras conocerse el regreso del técnico venezolano, la afición esperaba un cambio del equipo pero ni por esas. El Dijon, que jugaba en casa, fue arropado por su público y acabó ganando el choque por 2-0.
Nada más acabar el encuentro, Benoît Badiashile, un chaval de apenas 17 años, no aguantó y rompió a llorar tras la nueva derrota del Mónaco. Un nuevo despropósito del club y ya van unos cuantos.