El juego de España se vio muy previsible durante la primera hora de partido, lo que hizo que los nervios fueran a más, sobre todo después de que Sudáfrica hiciera el 0-1.
Sin embargo, Jorge Vilda dio con la tecla en los tres cambios y, gracias al acierto del VAR, pudo ver cómo su equipo remontaba el vuelo en el estreno en este Mundial de Francia.
Y es que las jugadores más jovenes llegan apretando fuerte, y su buen nivel en el primer partido podría hacer que el seleccionador español cambiara su apuesta en el once para incluir a alguna de ellas.
Aitana aportó frescura y un aire nuevo al centro del campo, Lucía fue atrevida en el ataque, justo lo que España necesitaba, y Nahikari fue un dolor de muelas para la defensa rival con su presión y los desmarques en el área.