El COVID-19 tiene paralizado casi todo el fútbol a nivel del mundial. Los jugadores se las apañan para entrenar en sus casas, pero en Países Bajos ya algunos intentan ejercitarse en equipo y de modo seguro.
Algunos equipos de la Eredivisie, como el PSV, han vuelto a pisar el césped. Pero lo han hecho con unas medidas de precaución con las que intentarán mantener la seguridad frente al coronavirus.
Así, los equipos guardan una distancia constante de al menos un metro y medio, evitan al máximo cualquier contactos, reducen el tiempo de las sesiones y mandan a cada jugador a ducharse a su propio domicilio.