Lo que pasará con el 'Apache' no lo sabe ni él mismo, al menos por ahora. El delantero de Boca Juniors no tiene nada claro su futuro y no parece que se vaya a cerrar nada pronto.
De momento, lo único que hay claro es que el 31 de diciembre se le termina el contrato. A partir de ahí, todo se llena de suposiciones y rumores que solo hacen aumentar la ansiedad de los aficionados.
Una de las opciones, si Boca no quiere renovarle, es que cuelgie las botas, aunque él tiene la aparente firme intención de seguir golpeando la pelota a nivel profesional por lo menos un año más.
Gabriel Heinze le abrió las puertas de Vélez al conocer esta idea. Un poco más lejana aparece la posibilidad de unirse a las filas de Peñarol o tomar un avión rumbo a la MLS.