Intentó apretar el Celta desde el inicio a Las Palmas, que, sin capacidad para discutirle la posesión a los locales, tejían un entramado defensivo para salir al contragolpe.
El miedo visitante les hizo retrasar las líneas a los de Paco Jémez y, cuando querían correr, había demasiados metros hasta la portería de Rubén, que empezó como un mero espectador.
El monólogo gallego era interrumpido por las propias imprecisiones de los de Unzué, cuyo dominio era demasiado plano y la falta de profundidad libraba del peligro a Chichizola.
Mientras Las Palmas se aventuraba con alguna incursión en terreno gallego, Maxi Gómez y Emre Mor desaprovechaban ocasiones al contragolpe hasta que llegó el descanso.
Tras la reanudación, intentó imprimirle la misma intensidad el Celta de Vigo, pero el delantero uruguayo envió al limbo una magistral asistencia de Hugo Mallo, aprovechando un grosero error defensivo de Gálvez.
El susto obligó al conjunto canario a parapetarse atrás para cazar a los gallegos en un desajuste, como hizo Erik Expósito en el 53, sorprendiendo con un zurdazo cruzado a Rubén.
El sustituto de urgencias de Calleri, sancionado por acumulación de tarjetas, adelantaba a Las Palmas en Balaídos, 90 años después de que su bisabuelo firmase el primer gol en la historia del feudo gallego.
Sin embargo, Iago Aspas no dio pie al romanticismo y se echó al equipo a la espalda, cuando empezaron a oírse algunos silbidos de la grada, encendida con sus jugadores tras el tanto amarillo.
Primero fue Jonny quien aprovechó una internada de Brais Méndez para recoger un rechace de Chichizola, que resumió la laxitud defensiva de Las Palmas, firmando un empate que hizo sonar los tambores gallegos.
El gol del carrilero zurdo celeste espoleó a un equipo ávido de victoria bajo la lluvia de Vigo, dando paso a un asedio continuado y sostenido sobre la portería del guardameta visitante.
El destino quiso que Paco Jémez acariciase el sueño de los puestos de salvación durante algunos minutos, hasta que en el 88 Iago Aspas se inventó una asistencia excelsa para que el 'Tucu' Hernández dejase en la orilla de Balaídos las plegarias de Las Palmas.