El fútbol italiano, como el resto de ámbitos en el país transalpino, está condicionado por la situación que se vive con el coronavirus. De acuerdo con las recomendaciones del Gobierno, los jugadores de los encuentros de la vigesimosexta jornada saltaron al campo separados por un metro y no se estrecharon las manos antes de competir.
Estas medidas, en algunos casos, se demostraron imposibles de respetar en un deporte como el fútbol, ya que, obviamente, hubo contacto constante durante el duelo.
Ante esto, Claudio Ranieri e Ivan Juric no se mordieron la lengua y alzaron la voz en la rueda de prensa posterior al Sampdoria-Hellas Verona.
"Fue surrealista, pero esto es lo que hay. Somos profesionales y debemos seguir jugando hasta que se pueda", reconoció el técnico de la 'Samp'.
Por su parte, Ivan Juric, entrenador del Hellas Verona, fue aún más duro: "Es ridículo. Los jugadores deben saltar al campo separados y luego se abrazan y empujan durante los partidos".