Las talachas se juegan en cualquier terreno de arcilla, barro o piedra, donde el balón pueda rodar y permita soñar a los jugadores que están un 'pasito' más cerca del fútbol que practican sus ídolos profesionales.
Tiene su orígen en el fútbol 'llanero', aquel que mantiene el verdadero espíritu del deporte 'Rey'. Las talachas son una forma de vida para muchos, y una mera satisfacción para aquellos que disfruten sitiendo que son dueños de un equipo.
Campesinos, carniceros, empleados, las mil caras de los talachas
El término 'talacha' hace referencia al trabajo que hacen los mecánicos que arreglan neumáticos. Se mezclan en los terrenos de juego jugadores de los 'llaneros', meros amateurs, con otros semiprofesionales que sacan un jornal para poder sobrevivir.
Los sueldos van desde los 3 euros hasta algo más de 100 por partido. Futbolistas rechazados, engañados por sus representantes y otros que simplemente necesitan 'desconectar' del ruido y la presión de las grandes urbes, son los protagonistas anónimos de las talachas.
Talacheros FC, el documental que muestra la liga clandestina más elemental
En las canchas de los barrios más populares de Ciudad de México se dan cita los más veteranos con jóvenes que no superan los 20 años y que aún mantienen la ilusión y la esperanza de alcanzar la élite algún día.
En la liga de la Central de Abastos el juego es duro, se exige el máximo de los futbolistas. El partido se disputa con un balón duró como el cemento y los aficionados lo viven como si del Estadio Azteca se tratara.
Todo lo que rodea a las talachas recuerda al fútbol profesional, pero la realidad es que está muy lejos de él. La pasión del fútbol despierta los deseos de apuestas de los aficionados y, sobretodo, entre los dueños de los equipos.
Los bodegueros propietarios de los equipos son los que contratan y pagan a los futbolistas, y los que invierten dinero en las apuestas clandestinas. Ellos hacen y deshacen, y, en multitud de ocasiones, cuando la cosa no sale como desean, son los futbolistas lo que pagan 'los platos rotos'.
A nadie sorprende que un partido termine con humillantes insultos de un propietario a alguno de sus futbolistas, o que el partido se suspenda por una batalla campal. El documental pretende mostar la pasión, el puro fútbol, que se vive en las talachas, pero también negro futuro de los futbolistas.
Rebotados del fútbol profesional
No son pocos los casos de jugadores de cierto nombre que terminaron jugando en las talachas como medio de subsistencia. Aunque la mayoría de los talacheros son mexicanos, es muy común encontrar argentinos, brasileños e incluso africanos en los terrenos de juego de arcilla.
Estas ligas son fuente de empleo y refugio para futbolistas que, por diversas razones, quedan en un 'limbo' del que muchas veces no son capaces de salir. La mayoría de las ocasiones por malas negociaciones, engaños de representantes o por ser rechazados por equipos profesionales.
El caso del amerunés Salomón Konde tuvo gran repercusión mediática hace algunos meses. Aterrizó en México con un gran currículum para sus 20 años: campeón de fútbol en Camerún, y luego con la selección de su país participó en la Copa Africana de Naciones.
Llegó con la promesa, de parte de su representante, de conseguir un contrato profesional en la Liga Mx, pero al poco tiempo fue abandonado, y quedó atrapado en el país sin recursos y sin entender una palabra del idioma. Se vio forzado a convertirse en talachero.
Muy de vez en cuando se da algún caso de éxito entre los talacheros. El mito del fútbol mexicano Cuauhtemoc Blanco se forjó como futbolistas en las llaneras de tierra, y un buen día la fortuna llamó a su puerta para convertirse en futbolista profesional.