El Barça sorprendió a propios y extraños con el nombramiento de Eric Abidal como nuevo secretario técnico. El francés ocupa ya el cargo que hasta la fecha había sido de Robert Fernández, el gran perjudicado de esta situación.
En el club azulgrana entendieron que era el momento de dar un cambio al organigrama, después de sufrir el año pasado más de la cuenta con la marcha de Neymar o los fichajes desorbitados de Dembélé o Coutinho. El mercado volvió loco y a Robert le costó hacerse a él.
Ahora, Abidal cuenta con varios asuntos que debe resolver con la menor brevedad posible. El más importante, el del fichaje de Griezmann. El todavía jugador del Atlético de Madrid no ha aclarado de forma pública su futuro, estando todavía en el aire su posible desembarco en el Camp Nou.
Quizá su compatriota Abidal pueda desactivar una operación frenada en los últimos días, después de que casi todo el mundo diera por hecha su contratación por el Barça. Abidal, tiempo atrás, ya dio el visto bueno al '7' del Atleti.
Pero hay más. El ex defensor de Barcelona u Olympique de Lyon, entre otros, debe poner el broche a la contratación de Lenglet. El Barça quiere a toda costa al prometedor central, que viene de firmar una gran temporada en el Sevilla. El futbolista, sin embargo, tiene ciertas dudas que Abidal podría despejar.
Por último, el nuevo secretario técnico deberá dar salida al importante excedente que tiene la plantilla. Nombres que van desde Deulofeu a André Gomes, pasando por Yerry Mina o Aleix Vidal. Todos tienen un pie al menos fuera del Barça, que quiere sacar el mayor rédito económico posible.