Tres semanas sin Messi pueden dar para muchos dolores de cabeza en el Barcelona. No tiene por qué, ya demostró el equipo saber vivir sin el argentino en 2015, aunque el calendario con 'Clásico' incluido obliga a Valverde a pensar bien cómo modificar su esquema para que se note lo menos posible la ausencia del '10'.
No parece que el 'Txingurri' vaya a modificar su esquema. En esencia, un 4-3-3 que se comprime en labores defensivas, cuando pasa a ser un claro 4-4-2 con Coutinho tirado a un costado. En esa idea de fútbol, la opción más clara para sustituir a Messi es la de Dembélé, que en los últimos tiempos ha perdido peso después de arrancar la temporada con magníficas sensaciones.
El francés es la opción más natural, sin obviar la gran inversión que el club realizó en él. El problema para el ex del Borussia es que no pasa por su mejor momento e incluso fue silbado tímidamente ante el Sevilla. Es el futbolista más desequilibrante de los que viene por detrás, aunque la importancia del 'Clásico' podría llevar a Valverde a una opción más conservadora.
Sergi Roberto, por ejemplo, que podría actuar por delante de Semedo para dar más consistencia al costado derecho. De hecho, el comodín azulgrana ya jugó en esa posición en el 'Clásico' del Bernabéu de la temporada 2015-16, también sin Messi y que terminó con 0-4 a favor del Barcelona. No obstante, el recuerdo aciago contra la Roma podría llevar a Valverde a reconsiderar esta propuesta.
Quieren postularse también Malcom, Munir o incluso Arturo Vidal, aunque parecen sin duda las opciones más improbables. El brasileño no cuenta absolutamente nada para Valverde, fue un fichaje de club y de momento no tiene cabida en sus planes. El chileno, entre lío y lío, parece descartado; mientras que Munir, pese a su gran temporada en Vitoria, ha tenido que conformarse con las migajas en lo que llevamos de año.
No hay que descartar a Rafinha Alcántara, que aunque no está contando demasiado daría un perfil también parecido al de Messi. Salvando las distancias, el internacional brasileño también tiende a asomar hacia el centro, por lo que no sería descabellada su presencia. Decidirá Valverde, al que se le viene encima un Madrid herido y peligroso.