Quizá fuera el viento o sea culpa del balón, quizá el portero pudiera hacer más. Pero lo de Armand Lauriente frente al Nantes fue un auténtico golazo que se verá en los resúmenes de la temporada.
Al más puro estilo Ronaldinho o Juninho Pernambucano, reyes de las faltas y los efectos imposibles, el delantero logró darle el empate al Lorient (1-1) ante el Nantes con una falta sensacional.
Fue en el minuto 87 de partido. En una posición algo escorada y muy alejada de la portería, quizá más propia para un centro, Lauriente se animó con el disparo directo.
Lo que hizo fue pegarle buscando el palo del portero, pero sorprendiendo con una trayectoria endiablada. El balón le salió volando hacia el cielo, pero de pronto comenzó a caer en picado hacia la portería.
Lafont se vio completamente sorprendido por la parábola. Cuando vio que el balón cogía portería ya era demasiado tarde, se tiró lento y acabó encajando el 1-1.