Desde hace muchas semanas, el nombre de Lautaro Martínez parece haberse situado en lo más alto de la lista de objetivos del Barça de cara al futuro.
El delantero del Inter de Milán es el gran deseado para llenar algún día ese hueco que, por edad, ya debe ir dejando un tal Luis Suárez.
El 'Toro' está viviendo un año de auténtico lujo y ante el Barcelona se lució en el Camp Nou y, ahora, ha vuelto a deslumbrar a los aficionados del conjunto 'culé' en el Giuseppe Meazza.
Pese a no evitar la derrota de su equipo y a ser eliminado de la Champions, Lautaro dejó de nuevo claro los motivos por los que debe ser el '9' del futuro del cuadro azulgrana.
El atacante argentino, como es habitual en él, llevó peligro prácticamente en cada balón que tocó y monopolizó los ataques del cuadro interista.
En cada jugada era un quebradero de cabeza constante para una zaga azulgrana que trataba de frenar como bien podía sus movimientos potentes y veloces.
De sus botas nació el que en su momento era el empate del equipo milanés. El ex de Racing aguantó imponente el balón de espaldas a portería ante el acoso de Todibo y se la cedió a Lukaku para que llevara el delirio a las gradas del Meazza.
Además, el delantero mostró su instinto asesino por partida doble, ya que anotó dos goles en los últimos 20 minutos (73' y 80') que hubieran dado el pase al Inter si no hubiese sido porque había fuera de juego.
Antes de todo eso, Lautaro dejó una jugada que sin ninguna podria haber sido el tanto de la jornada: sombrero a Aleñá, conducción en velocidad y latigazo de zurda desde fuera del área. Por desgracia para él, su disparo se marchó lamiendo el palo.
En definitiva, toda una cornucopia de destellos y de jugadas de talento que dejan bien claro que debe ser el elegido para ser el futuro socio del Messi en Barcelona.