Después de aquel fatídico 3-0 en el Olímpico de Roma, todas las miradas apuntaban hacia el banquillo. El importante bajón físico que se vio en el equipo en el tramo final de temporada hacía casi evidente la cuestionable gestión de minutos que se había hecho a lo largo del curso.
Jugadores como Busquets, Rakitic o Suárez, entre muchos otros, habían superado los 4.000 minutos en el total de la temporada. Una cifra que, evidentemente, acabó pesando en las piernas de los futbolistas.
Es por ello que Valverde parece que no quiere volver a toparse con la misma piedra. Cierto es que las lesiones, sobre todo en defensa, no le han dejado mucho margen de maniobra, pero el 'Txingurri' ya comienza a elaborar su plan para que el equipo llegue fresco a final de temporada.
Ante el Getafe, fueron Busquets y Semedo los que se quedaron en el banquillo -solían ser habituales-. En su lugar, el técnico del conjunto azulgrana dio entrada a Sergi Roberto, en el lateral, y a Arthur, en la medular. El brasileño se colocó junto a Vidal y Rakitic en un centro del campo prácticamente inédito.
Y todo ello en un mes de enero cargado de partidos. Contando el del Coliseum, los 'culés' disputarán un total de seis partidos en todo el mes. El regreso de la Copa hace que el calendario se sobrecarge, de ahí también que Valverde haya visto necesario el ir repartiendo la carga de minutos.
El siguiente partido será precisamente el del torneo del 'k.o.', ante el Levante, en un choque en el que el técnico podría dar entrada de nuevo a los menos habituales. Malcom o Coutinho, dos de los futbolistas que han ido perdiendo protagonismo, podrían tener una nueva oportunidad de sorprender al entrenador.