Curitiba volvía a ser cuna de un partido de Libertadores después de todo un año siéndolo de la Sudamericana. Los locales, además, llegaban necesitados tras su derrota en la primera jornada ante Deportes Tolima. Y lo acabaron demostrando en el terreno de juego.
En líneas generales, el partido de Paranaense acabó siendo casi perfecto. Un manual de cómo superar al rival en casi todas las facetas del juego. El equipo de Tiago Nunes, enchufadísimo durante todo el duelo, se impuso con justicia a su rival.
Desde los compases iniciales ya demostraron los brasileños que iban a ir a por el partido. Tres ocasiones tuvieron en los primeros diez minutos. El vendaval era real, pero los de Curitiba no lograban perforar la portería defendida por Pipo Giménez.
Hasta que llegó con fortuna. Un disparo lejano pegó en Marco Ruben y acabó colándose en la portería de Wilstermann, que había salvado la papeleta durante los primeros 31 minutos. Y no tardaría en llegar el segundo. Cinco minutos después, en el 36', Andrade puso el 2-0 tras un error de Giménez en su estirada.
Y así, al descanso. Tras el paso por los vestuarios, el guion apenas se modificó. Siguió atacando Paranaense, que volvió a encontrar tesoro en el minuto 49. Renan Lodi llegó bien al área y definió al palo corto, 3-0.
Intentó reaccionar Wilstermann, que no pudo llegar en demasiadas ocasiones al área rival. Se encontró el equipo brasileño con el cuarto en el 88' de Guimaraes, que decoró el marcador con el cuarto tanto en los minutos finales.
De esta forma, Paranaense sumó sus primeros tres puntos en el grupo, mientras que Wilstermann se quedó con un punto.