El FC Barcelona acabó empatando con el Cádiz después de que Clément Lenglet cometiera un penalti sobre Rubén Sobrino. Fue a despejar, tocó al delantero amarillo y Álex Fernández no falló.
Se han visto muchas imágenes de ese momento. La reacción de Jordi Alba, que se fue al suelo, la cara de resignación de Gerard Piqué o el propio Lenglet, que salió del estadio al borde de las lágrimas.
Pero uno de los detalles lo dejó el central francés. En un acto de desesperación, acudió al 'otro fútbol' para entorpecer la acción del penalti.
Durante la carrerilla de Álex Fernández, las cámaras captaron cómo Lenglet empujaba con fuerza al Choco Lozano con la intención de que entrase en el área antes del disparo y así el árbitro anulara el gol.
El delantero no llegó a pisar, así que la jugada le salió mal a Lenglet, pero el central remató la faena protestando con vehemencia al árbitro. Algo tenía que intentar después de un nuevo error que le costó puntos al Barça.