En un contexto en el que el Barcelona estaba siendo superior al Betis, apareció Lenglet para culminar el 2-3 con un gran testarazo. Superó a Joel dibujando una gran parábola con el esférico: el guardameta no pudo hacer nada y encajó la diana.
La asistencia fue de Lionel Messi, que puso un centro preciso a la testa de su compañero sacando una falta peligrosa. La acción fue vital para que los azulgranas, que estaban ya acumulando mucho cansancio por sus constantes intentonas, se pusieran por delante.
Los futbolistas verdiblancos se quejaron mucho porque pudo haber falta previa del francés antes de rematar. Fue una jugada parecida a la de Busquets, un tanto en el que los jugadores rivales ya le exigieron al colegiado que anulara la jugada.
El VAR lo revisó, pero no anuló la acción. La diana subió al marcador y desató un tramo final en el que hubo todavía más protestas al colegiado por varias faltas con las que los protagonistas de la contienda no estaban de acuerdo.
February 9, 2020