Leo Messi y los brotes verdes

Había muchas expectativas para ver el estreno de Quique Setién a los mandos de un Fórmula 1. Que si Riqui Puig en el once, que si Arthur... Pero el nuevo técnico azulgrana no quiso pillarse los dedos y apostó por una alineación casi 'vintage', con Rakitic y Arturo Vidal en el centro del campo y con Samuel Umtiti como único relevo con sello propio. Ansu Fati, como era lógico, ocupó el puesto de Luis Suárez, lesionado de larga duración durante la 'gira oficial' de enero por Arabia Saudí.

Enfrente esperaba el Granada, un conjunto capaz de hacer enloquecer al Barça en el inicio de Liga y quizás el conjunto que de verdad empezó a rasgar las vestiduras al ya fallido tercer proyecto de Ernesto Valverde. Los de Diego Martínez, si bien estuvieron muy aplicados y jugaron un buen partido tácticamente, estuvieron lejos de poner en jaque al Barcelona. Se limitaron a defender y solo Eteki pudo obrar el milagro en un tiro al palo durante la segunda mitad. Luego, la roja a Germán lo complicó todo.

De vuelta al primer tiempo, el cambio en el banquillo no significó una apuesta decidida por la cantera. Aunque Setién sí dejó entrever que La Masia cobrará más importancia en su Barça. Ansu Fati tuvo galones, Riqui Puig entró en la segunda mitad... y hasta Carles Pérez volvió a disfrutar de minutos en la segunda parte en ataque.

El niño prodigio fue de lo mejor de la primera mitad junto al omnipotente Leo Messi. De poco cambio de estilo se puede hablar cuando un equipo cuenta con dos talentos como los suyos. El Barcelona se limitó a tocar, aunque lo hizo en un ritmo algo más vivo y no tan cansino como el de la época Valverde.

Con Ansu Fati superando en su duelo a una bestia de carga como Foulquier de manera constante, el Barça dominó, pero no encontró el camino al gol. Estuvo más participativo Arturo Vidal, que pareció encontrar la precisión y la finura que le abandonó en la etapa de Valverde. El 'Txingurri' siempre se refirió a él como un bendito desorden y, en solo seis días, Setién parece haber logrado volverle a ordenar.

Del morbo a un gol esperado

A falta de grandes ocasiones, el morbo de la primera parte estuvo en comparar el 'estilo Valverde' con el 'estilo Setién'. El Barça volvió a presionar más arriba y, por ello, recuperó más veces y lo hizo más cerca del área rival. También Griezmann y Ansu Fati tuvieron algo más de sacrificio defensivo y el centro del campo recuperó la solidez de otros tiempos. Hasta Samuel Umtiti, sorprendente titular por delante de Lenglet, pareció rehabilitado. El galo hizo de la presión sobre delanteros y centrocampistas rivales una constante y apenas tuvo lunares en el partido.

El choque, parejo por la falta de olfato del Barça, se decantó tras el descanso. Y pudo hacerlo en el lado opuesto. Chutó Eteki desde la frontal y se topó con el palo. Claro que antes, tal vez aleccionados por Setién en el vestuario, tanto Messi como Rakitic estuvieron cerca de poner el primero también con lanzamientos desde la frontal.

Los minutos pasaban con el descaro de Ansu Fati evaporándose y con el Barça convirtiendo una vez más a Messi en su único salvador. El argentino sería el autor del tanto del Barça, pero este no llegaría en una de sus genialidades o milagros. Tal vez lo hizo en un avance de lo que el Barça puede ofrecer con Setién.

Ya con Riqui Puig en el campo, elegido por el técnico cántabro cuando las cosas aún estaban complicadas, el Barça mató al Granada en una gran jugada de toque. El menudo centrocampista encontró a Busquets, y este filtró para Griezmann, que vio a Arturo Vidal en el área. El chileno vio por el rabillo del ojo a Messi y le dio un taconazo para que enviara uno de sus clásicos pases a la red.

Para entonces, el Granada ya solo se dedicaba a defender, pues había sido castigado por la rigurosa expulsión de Germán, que se llevó dos amarillas algo exageradas por cortar dos acciones demasiado poco prometedoras del rival.

De ahí al final, el Barça, con uno más y el marcador ajustado, se dedicó a tocar para mantener el balón. No hubo rastro ya de las concesiones del equipo de Valverde cuando se ponía en ventaja. Sí un récord de pases de tiempos de Guardiola. Probablemente en un punto medio entre ambas etapas se encontrará la 'era Setién'. Que dejó brotes verdes en el estreno, pero del que se espera más.