El Bayern fue a Kiev porque tenía que ir. Ese compromiso, familiar o de amigos y conocidos, al que quieres decir que no por todos los medios pero del que sabes que no puedes escaquearte. Especialmente molesto es salir de casa si llueve o hace frío. Imagínense si nieva y el termómetro marca un grado bajo cero.
Con ese apetecible escenario comenzó el partido en Kiev. Los germanos ya estaban clasificados antes de comenzar, mientras que los locales eran colistas con solo un punto y únicamente podían soñar con la Europa League. La clasificación no preocupaba a Nagelsmann, pero sí las siete bajas relacionadas con el COVID-19.
Pero en el fútbol, los goles son capaces de hacer olvidar cualquier circunstancia. Y si son de chilena de un 'crack' como Lewandowski, aún más. El polaco fue la sal que derritió el ambiente helado de la capital ucraniana. O por seguir con el simil inicial, esa copita que, al final, te alegra el compromiso-tostón.
El goleador sumó su novena diana en la Champions con una obra de arte. Su chilena en el minuto 13 inauguró el marcador y encarriló la victoria para los bávaros. Poco pudo hacer Bushchan en un balón que remató acrobáticamente Lewan en el área y entró pegado al palo tras botar en el césped.
Hasta entonces, la nieve y el frío habían frenado cualquier atisbo de fútbol, aunque el Bayern ya empezaba a dominar. Sané pudo poner el 0-2 poco después, pero no logró rematar cuando estaba cerca del meta ucraniano.
El Dinamo, que pareció en el inicio salir beneficiado del ambiente, dio un paso adelante y aprovechó el conformismo de su rival tras el tanto. Tanto que en el minuto 29, en la jugada random de la tarde, los ucranianos casi empatan. Neuer fue a despejar una cesión forzada de Goretzka, aunque inicialmente sencilla de despejar. Pero el portero no le dio a la pelota y esta se topó con la madera.
Tsygankov, en el 35', probó suerte desde lejos y Neuer, tras un desvío de su defensa, se hizo con la bola. Fueron los mejores minutos de un Dinamo que, sin embargo, se iría al descanso con un 0-2 en contra. Tolisso puso un balón al área que lo mejoró Müller sin tocarlo. Se abrió de piernas el '25' para que la bola le llegase a Coman. Este fusiló por alto a Bushchan y firmó el segundo tanto de los suyos en el 42'.
Llegó el descanso tras una volada de Bushchan para salvar el tanto de Tolisso y el segundo tiempo, con el paso de los minutos, parecía convertirse en un mero trámite. Aun más que el primero, vamos. Pero el Dinamo le puso picante a los últimos minutos.
Un trámite que se complicó
Poco pasó en el arranque de la reanudación. Neuer salvó el 1-2 en una doble ocasión de Shaparenko, y Tolisso, ya apsada la hora de juego, hizo trabajar en dos tiempos al portero ucraniano. Sería a falta de 20 minutos cuando los locales agitasen el árbol con el gol de Garmash.
Llevaban tiempo los ucranianos buscando el tanto del honor y lo lograron en una buena jugada. Tsygankov, el mejor de los suyos, vio la carrera de Garmash en el área y le puso un balón que definió por bajo su compañero para recortar distancias. Si Lewandowski puso la sal en el primer tiempo, los de Kiev volcaron la botella de vinagre en esa recta final.
El Dinamo rozó el empate en una acción en la que desperdició tres casi remates francos en el área chica tras un mal despeje de Neuer. Tsygankov apareció de nuevo y tiró muy cerca del palo. Entre medias, Lewandowski pudo firmar su doblete, pero su remate, a la media vuelta, se marchó desviado.
Ya en los últimos instantes, Goretzka salvó una clara opcasión de Tsygankov y Neuer dejó salir un tiro lejano que no rozó el palo de milagro. Sería el último esfuerzo de un equipo que se queda último con un punto. El Bayern, por su parte, sigue a lo suyo y suma 15 de 15.