El Bayern ya tiene otra Copa Alemana. Los de Flick redondean una temporada a la que supieron darle la vuelta con un nuevo título que, sumado a la Bundesliga, deja el triplete a la expensas de un posible triunfo en la Champions.
Enfrente estaba el Bayer Leverkusen, uno de los rivales más duros de Alemania que cuenta con un importante arsenal ofensivo. Pero pocas armas son comparables a tener a Lewandowski de tu parte.
Alaba, con un golazo de falta, y Gnabry pusieron el 0-2 en el marcador antes de los primeros 25 minutos de la primera parte. Los Havertz, Diaby, Bailey y cía no podían ante un rodillo muniqués que todavía no había aumentado su marcha a su máxima velocidad.
En la segunda parte, apareció Lewandowski para seguir aumentando su ya espectacular cuenta goleadora. Aunque la inestimbale ayuda de Hradecky fue clave. Desde 35 metros, puso el 0-3 en el 59', cinco minutos antes de que Bender hiciese subir el 1-3 al marcador.
Sin embargo, el delantero polaco volvió a ver puerta para sentenciar el partido en el 89'. Aunque el 1-4 parecía definitivo, aún habría tiempo para que Havertz, de polémico penalti, firmase el 2-4 definitivo y calcase el resultado de hace un mes en la Bundesliga.
Este título supone la vigésima DFB-Pokal que suma el Bayern a sus ya más que nutridas vitrinas.