Tras el gran tropiezo ante el Watford, el Manchester United ha querido regalarle a sus aficionados un fin de año tranquilo y en puestos que dan acceso a las competiciones europeas.
En el 'Boxing Day' les obsequiaron con una goleada en casa ante el Newcastle y, dos días más tarde, visitaron el feudo de Burnley para volver a asegurar los tres puntos y la momentánea quinta plaza.
Aunque los de Solskjaer fueron quienes controlaron el balón durante la mayor parte del tiempo, les costó poder llegar con confianza y seguridad a la portería de Nick Pope.
Los 'clarets', en cambio, intentaban salir por velocidad en contragolpes, pero la defensa 'red devil' estaba siempre bien plantada y aparecía en el momento adecuado para impedir el peligro.
No fue hasta la postrimerías del primer tiempo cuando Martial hizo acto de presencia. El delantero francés adelantó a los visitantes gracias a un gran pase de Andreas Pereira que provocó el error en la salida de balón rival.
Durante el segundo tiempo las tornas no cambiaron, aunque el Burnley sí que ganó un poco de protagonismo al necesitar un gol que les ayudase a darle la vuelta al choque.
Sin embargo, en la más clara de los locales en todo el partido, apareció De Gea para demostrar que el error de la última vez solo es una línea en el agua.
Ya con el Burnley totalmente volcado en ataque, Marcus Rashford aprovechó para hacer el segundo gol en la última jugada de partido en un contragolpe dirigido por James.