Nueva decepción para el PSG, otra vez por obra de la revelación del fútbol francés, el Lille, que sigue haciendo historia con su segundo título consecutivo que le permite mantener su trono en la élite del país galo.
Sin Galtier en el banquillo y con algunas bajas importantes como Mike Maignan bajo palos, el nuevo proyecto del Lille, ahora encabezado por Jocelyn Gourvennec, continúa la estela dejada tras la consecución del último título de la Ligue 1. El PSG tropezó frente a su nuevo archienemigo francés, que le tiene tomada la medida.
Las numerosas bajas que tuvo Pochettino y el evidente clima de pretemporada fueron dos condicionantes importantes en la lucha por esta Supercopa de Francia. El Paris Saint-Germain no pudo contar en Tel Aviv con Donnarumma, Sergio Ramos, Marquinhos, Dagba, Gueye, Bernat, Di Maria, Neymar ni Mbappé, que se quedó en París mientras algunas informaciones apuntaban a un guiño al Real Madrid.
Muchos contratiempos para disputar una Supercopa frente a un Lille que apenas ha tocado nada. Gourvennec ha sido listo y ha mantenido los cimientos del éxito de Galtier, desde las rutinas diarias en los entrenamientos hasta el esquema y una idea clara de juego para volver esta temporada a la Champions League por la puerta grande.
El PSG quiso dominar de principio a fin con la posesión, pero nunca terminó de sacarle verdadero partido. Icardi lideró el ataque, con Kalimuendo como revulsivo por la banda izquierdo, un Draxler demasiado poco participativo y Achraf como mejor noticia por sus continuas internadas en la banda derecha, la más peligrosa sin duda.
Demostró más claridad en el juego el Lille, que mantuvo el orden y rigor defensivo para buscar una contra aprovechando la velocidad de Bamba, Jonathan David y Yilmaz, que pronto amenazó en doble instancia, en un disparo de falta que se fue lamiendo el poste y en un casi mano a mano con Keylor Navas justo antes del gol de la victoria.
Cuando parecía que el 0-0 se iba a asentar al descanso, Yilmaz encontró a Xeka en la frontal y este armó un disparo sensacional e imposible para el guardameta costarricense del PSG. Estaba muy cómodo sin balón el Lille, y encima a partir de ahí manejó el marcador. El plan estaba saliendo a pedir de boca.
Y el PSG, para más inri, tardó en reaccionar tras el parón. Los cambios de Pochettino no funcionaron, solo Diallo amenazó con el empate en el minuto 56, en un saque de esquina, que fue la mejor arma para el cuadro parisino en todo el segundo tiempo. A la contra apenas se asomó el Lille, que jugó todo a la baza de mantener la renta en el electrónico.
Salió y debutó Wijnaldum, que con poco ya aportó frescura en el ataque durante el último cuarto de hora, que fue un acoso y derribo del PSG para conseguir el empate y acudir a la tanda de penaltis tras el pitido final, ya que no había prórroga en Tel Aviv. Pero Léo Jardim se transformó en héroe y el sorprendente campeón de la Ligue 1 también levantó el título de la Supercopa de Francia.