Hubo lío en el Portimonense-Oporto de la Liga Portuguesa. El entrenador visitante, Sérgio Conceiçao, vio la tarjeta roja en la segunda mitad por protestar en exceso a juicio del colegiado y acabó encarado con su homólogo, Paulo Sérgio, de camino a los vestuarios.
En la retransmisión televisiva, se pudo leer alguna que otra palabrota en sus labios. Incluso llegó a acercarse al técnico contrario para hablarle más de cerca, pero varios miembros de su 'staff' y del 'staff' local se encargaron de evitar que la tensión fuera a más.
Los nervios estaban a flor de piel porque Samuel acababa de marcarse en propia puerta el gol del 1-2, que sería el resultado definitivo. Revisiones del VAR, quejas por parte de ambos conjuntos... se armó un rápido revuelo que el colegiado tuvo que sofocar.
Pedro Sá, jugador del Portimonense, también acabó el partido expulsado cuando este estaba ya al borde de su final. Al Oporto, tras cosechar tres puntos importantes, le tocará afrontar su siguiente cita sin Sérgio Conceiçao, que no pudo controlar sus emociones.