En los últimos años, el flujo de movimientos desde el St Mary's Stadium a Anfield ha sido continuo. Varios de los talentos del Southampton en el radar del Liverpool acabaron dando el salto. Este lunes vuelven a enfrentarse y nos recuerda que desde el verano de 2014, el tráfico de fichajes ha dejado 205,35 millones en las arcas locales.
Fue el verano de 2014 cuando comenzó todo, y de qué manera. Rickie Lambert, ahora retirado, se hizo 'red' en junio, aunque el desembolso del Liverpool fue solo de de 5,5 millones. Sin embargo, un mes después llegó el primer gran talón: 31 'kilos', los que costó fichar a Adam Lallana. Y unos días después, Dejan Lovren también consumó el cambio, dejando 25,3 en caja para un total de 61,8 ese verano.
Al siguiente, fue Nathaniel Clyne quien dio continuidad a esa tónica. 17,7 millones fue lo que invirtió el Liverpool por el lateral derecho, quien a día de hoy defiende la elástica del Crystal Palace tras cumplir el pasado verano su contrato en Anfield.
Sin embargo, los dos movimientos estrella fueron los cacareados de Sadio Mané, en la temporada 16-17, y Virgil van Dijk, en ese momento el defensa más caro de la historia hasta que llegó Maguire para arrebatarle esa etiqueta. 41,2 costó el senegalés, por los 84,65 del central neerlandés. Dentro de la gran gestión económica del Southampton, sin duda le debe mucho a los 'reds'.