Solo hubo un equipo sobre el terreno de juego. O, al menos, solo hubo uno que aportase fútbol al partido. Y ese fue el Sevilla. El Levante estuvo irreconocible en el Sánchez-Pizjuán, y aunque hizo por evitarlo, se volvió escaldado a Valencia.
Dominó a su rival el Sevilla de principio a fin, pero para sorpresa de todos, el partido se fue al descanso con empate a uno en el marcador. Porque el Levante la que tuvo la metió.
Pero vayamos al principio. Tardó trece minutos el Sevilla en convertir el dominio que mostró desde el pitido inicial en el primer gol. Lo hizo Fernando, evidenciando lo que sería el resto del partido para el Levante.
En cuanto los creativos del Sevilla agitaban las ramas del equipo rival, este se desarmaba. A veces le costó más al Sevilla y otras, menos. Pero lo hizo tres veces con éxito, y una infinidad sin él.
El Sevilla tendió a estrellarse más de lo pretendido con el muro 'granota', y para su sorpresa, en una llegada aislada del rival, a la media hora de juego, llegó el empate a uno.
El tanto enmudeció por unos instantes el Sánchez-Pizjuán. Porque el Levante, sin hacer demasiado para merecerlo, había empatado, gracias a un cabezazo de Duarte tras un centro a balón parado, un partido que no es que lo estuviera perdiendo, es que no daba señales de ser capaz siquiera de empatarlo.
Pero lo hizo, y el Sevilla acusó el golpe, pero no demasiado tiempo. El Levante no lo aprovechó y el partido volvió a empezar, por así decirlo.
La segunda parte fue bien distinta, porque comenzó de la peor manera posible para el Levante, encajando el 2-1 por obra de Lucas Ocampos.
Ese gol mató a los de Paco López. El Sevilla, ya de por sí cómodo, se vino arriba y asedió sin miramientos a su rival. En el 78', no sin polémica, Óliver Torres sentenció el partido con un gol que, de haber habido VAR, hubiera sido sin duda alguna anulado.
Solo entonces los de Lopetegui se relajaron un poco, dejando que el Levante atacase un poco aunque fuera a la contra. Fue el momento de que Vaclik brillase, pero también un Aitor Fernández que si bien se le puede achacar algo en los goles sevillistas, lo enmendó en cierto modo evitando que su Levante se volviera humillado a Valencia.
Se une de este modo el Sevilla a los ya clasificados para octavos Zaragoza y Osasuna, y los tres ya esperan rival en la siguiente ronda.