Haaland hizo saltar las alarmas del Borussia Dortmund en su partido de Bundesliga contra el Hoffenheim. Su entrenador tuvo que sustituirle porque se había hecho daño en la rodilla y el club, dos días más tarde, confirmó oficialmente que estaba aquejado de molestias musculares y que iba a someterse a pruebas médicas más avanzadas.
Según 'Bild', la dolencia del noruego es una rotura de fibras. Este diagnóstico es una buena noticia para la entidad alemana porque supone descartar otros resultados más graves y, por tanto, el delantero estará apartado de los terreno de juego durante menos tiempo del que se esperaba. En otras palabras, no tardará mucho en volver.
Es una bendición para el conjunto amarillo que esta lesión haya surgido justo al comienzo del parón de selecciones de finales de enero, pues, de esta manera, el punta gozará de un par de semanas de margen para recuperarse sin que los suyos le echen de menos. El objetivo, que esté el 6 de febrero contra el Bayer Leverkusen.
Aunque aún no hayan salido a la luz más detalles de la rotura de fibras de Haaland, no se trata de un jugador que haya sufrido muchos contratiempos serios de este tipo en su aún joven carrera. El físico es de los apartados que más destacan de su perfil y, probablemente, ya esté trabajando para que su técnico pueda convocarle cuanto antes.