El Inverness CT y el Ayr United empataron a uno en un partido que se pudo ver a trozos, y eso que la intención del equipo de Escocia era que los aficionados disfrutaran en sus casas del partido al completo.
El problema llegó cuando, después de muchas pruebas, la inteligencia artificial por la que estaba controlada la cámara con distintos planos confundió el balón con la cabeza calva de uno de los linieres.
El club escocés probó la tecnología en numerosas ocasiones, pero en ningún momento controlaron lo que pasaría con el algoritmo si encuentra algo más o menos parecido a un balón.
Y, entonces, la cámara no paró de enfocar unas veces al balón y otras a la cabeza de uno de los componentes del cuerpo arbitral.
October 30, 2020