Cómo pasar de villano a héroe en apenas un segundo. Así se podría llamar el libro del partido para el jugador belga, que reclamó el foco antes de que hiciera el 1-0 ante el Atalanta.
Pasado el ecuador de la primera, el Mertens peleaba por un balón en largo ante la salida de Gollini en la frontal del área. Quizá el jugador del Nápoles daba por hecho que iba a ser arrollado, por eso cayó al suelo sin que hubiera contacto de por medio.
Eso, o quiso simular. Aunque no parece que fuera su objetivo dado lo rápido que reaccionó al levantarse del suelo e indicar al colegiado, moviendo su dedo índice de manera reiterada, que no había sucedido nada.
Así que lo peor y lo mejor del menudo delantero quedó claro en un santiamén.
Poco después se pudo desquitar con un buen tanto rematando de tacón en el que tuvo la colaboración de un defensa del Atalanta en su intento por molestarle.
22 de abril de 2019