El 4 de enero de 2016, Florentino Pérez anunciaba la destitución de Rafa Benítez y presentaba a Zinedine Zidane como técnico del Real Madrid. El técnico francés, que hasta entonces dirigía al Castilla, se hacía cargo del primer equipo tras el severo 0-4 que le endosó el FC Barcelona en el Santiago Bernabéu.
"Es sin ninguna duda una de las figuras más grandes de la historia del fútbol, sabe qué estar al frente de la primera plantilla del Real Madrid. Sabe lo duro y apasionante que es el reto de este complicado banquillo", argumentó Florentino Pérez para justificar su apuesta por la leyenda del club sin experiencia en los banquillos de primer nivel.
Eliminado de la Copa del Rey y sin opciones en la Liga, Zidane se encomendó a la Champions League como única vía para salvar una temporada que recogió ya hipotecada. Sin embargo, merced a un juego más pragmático que vistoso, el conjunto blanco fue superando eliminatorias hasta plantarse en la final de Milán.
Tras conquistar la Undécima Champions League frente al Atlético de Madrid en los penaltis, Zinedine Zidane disfrutó de toda una pretemporada para asentar su proyecto. Refrendado por su éxito, el francés arrancó el año alzando la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes y solo un accidente Copero en Balaídos privó al Madrid del triplete.
Si bien celebró la Liga en La Rosaleda en la última jornada del campeonato doméstico, Zidane viajó a Cardiff para medirse a su ex Juventus de Turín por una nueva Champions League. A lomos de Cristiano Ronaldo, 'Zizou' agrandó su leyenda en la máxima competición europea.
Con dos Champions League bajo el brazo, Zidane afrontó su última temporada en Chamartín. Además de revalidar la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, el francés barrió al FC Barcelona en la Supercopa de España. El prólogo de una temporada convulsa que tuvo un final agridulce.
Más allá del 'Pepinazo' del Leganés en Butarque, el Madrid se quedó sin opciones en Liga en Navidades y volvió a hipotecar su temporada con la Champions League. Una hazaña que le llevó a vencer en París, Turín y Múnich camino de Kiev, donde el Liverpool de Klopp tampoco pudo con el Real Madrid.
El 31 de mayo de 2018, Zidane anunciaba su salida del Real Madrid. El francés cerraba una etapa tras conquistar tres Champions League, dos Mundiales Clubes, dos Supercopas Europa, una Liga y una Supercopa España en 149 partidos, saldados con 104 victorias, 29 empates y 16 derrotas.
La espantada de Zidane se unió a la de Cristiano Ronaldo rumbo a Turín, dejando huérfano al proyecto de un Real Madrid obligado a reinventarse. Sin embargo, ninguna de las dos soluciones de urgencia tuvieron éxito y el conjunto blanco está a tres meses de firmar una temporada en blanco, sumando 28 victorias, cuatro empates y 14 derrotas.
Julen Lopetegui cogió el equipo en verano, pero fue destituido tras 14 encuentros (seis victorias, dos empates y seis derrotas). En su lugar, Santiago Solari empezó como interino hasta que la falta de alternativas le mantuvieron al frente de un vestuario con el que ha terminado enfrentado y sin opciones de títulos tras 32 partidos (22 victorias, dos empates y ocho derrotas).
Este lunes, medios como la cadena 'SER' anunciaban el regreso de Zinedine Zidane al Real Madrid. El técnico francés pondría fin a la sangría de Solari en el banquillo del Real Madrid, dinamitando un vestuario que venía de saborear la gloria diez meses atrás.