Se acababa el partido, Iniesta puso su corazón en la bota derecha y mandó a la red el gol que supuso un impulso histórico para el Barça. Pero también tuvo un peaje para el ahora jugador del Vissel Kobe, quien tuvo que cumplir su promesa.
Sucede que Bojan, antes del partido, le pronosticó a su compañero de equipo que se iban a meter en la final de Roma. Iniesta, como si lo viera como un amuleto al que agarrarse, no dudó en aceptar el trato que el delantero reveló en 'Marca'.
"Nos apostamos que él me daría tres entradas para la final porque me hacían falta más de las que nos daban. Iba corriendo, me lancé sobre él y en ese momento de absoluta celebración él me gritó: '¡Las entradas, las entradas!", contó.
Para Bojan, "fue algo muy bonito que en el momento en que marca un gol que nos metía en la final de la Champions se acordase justo de esas entradas. Es un gesto que le describe a él como persona. Para mí fue muy especial por estar en el campo en un momento tan mágico para el equipo y para el club", añadió el ahora jugador del Stoke City.