La cara de Kimpembe cuando Damir Skomina señaló el penalti decisivo, el que supuso un nuevo fracaso europeo del PSG, fue un poema. Mirada perdida, no sabía dónde meterse el francés. Rashford resolvió con gol y no hubo consuelo para el central.
Una mala decisión, un salto con la mano abierta que propició la clasificación de un United heroico. Llegó con diez bajas, varios canteranos y un hombre, Romelu Lukaku, que terminó disfrazado de héroe.
El potente delantero belga, desaparecido en muchos momentos de la temporada, regresó con brío en el mejor momento, en el más oportuno. Los dos primeros goles del United fueron suyos. Una de las imágenes de la jornada, también.
Porque Lukaku, ya con el encuentro terminado, prefirió consolar a Kimpembe antes de festejar con sus compañeros. Días después, 'RMC Sport' sacó a la luz lo que exactamente le dijo el ariete.
"Es así. Es el fútbol. Es de esos momentos en los que aprendes. Aun así, eres campeón del mundo", dijo de forma brillante Lukaku, un señor también en la victoria.