La Copa de Andorra ya tiene nuevo ganador. El Sant Julià se impuso en la gran final al Atletic Escaldes con un ajustado 2-1, en un encuentro en el que pasó absolutamente de todo.
A modo de resumen, podemos destacar que se vieron dos expulsiones, un penalti fallado y un gol decisivo en el 92' en propia. Casi nada...
Pero vayamos por parte. Después de ser testigos de varios goles cantados fallados y de que el Atletic Escaldes se quedara con diez, el marcador se marchó hasta un igualado 1-1 a pocos minutos para el final del encuentro, gracias a los tantos de Zugic y Buba.
Entonces, el colegiado señaló penalti a favor del Atletic Escaldes, pero Miguel Ruiz se sacó de la manga una mano salvadora para mantener a su equipo en la lucha por el título.
Poco después, el Sant Julià se quedó con diez jugadores por una entrada criminal a un rival, que se quedó tendido sobre el terreno de juego con claros gestos de dolor.
Hasta que, cuando el crono se encontraba en el 92', Brito, en un intento de despeje, terminó golpeando el esférico prácticamente con la nuca, con tan mala suerte que el balón se coló dentro de su propia portería.
Un definitivo 2-1 a favor de un Sant Julià que se alzó con el título después de que se viera contra las cuerdas durante la final en varias ocasiones. Tremendo.
May 31, 2021