El Moreirense se llevó la victoria en su vista al Boavista, pero el duelo pudo haber acabado en empate. El final fue una auténtica locura que el árbitro tuvo que calmar a base de amonestaciones. Poco se respetó la distancia de seguridad.
Todo comenzó en el minuto 88 cuando Fabiano, del Boavista, vio la primera amarilla. El encuentro comenzó a calentarse y Fábio Pacheco también vio la tarjeta antes de ser sustituido por Sori Mané.
El balón ya estaba muy poco tiempo en juego y hubo otra interrupción, en la que Pedro Nuno fue el que vio la tarjeta. El Boavista, tras la amarilla a Sori Mané, gozó de un penalti que falló Carraça con un disparo al poste, además de que el rechace también se estrelló en la madera.
Se montó la tangana y los jugadores se olvidaron de la distancia de seguridad, por la que no se pueden celebrar ni los goles. Esta vez dio todo igual y de ahí salió expulsado Fábio Pacheco, mientras que la amarilla la vieron Neris, Rosic y el propio Carraça.
Al final, ya en el 93, el colegiado decretó el final del partido y todo acabó en un 0-1 tras un lío monumental sobre el terreno de juego en los últimos compases.
June 6, 2020