Tras el triunfo ante Egipto por 3-1, los hinchas rusos llenaron Moscú, mostrando su felicidad por la actuación hasta el momento de su equipo en la competición.
Las calles moscovitas se inundaron de banderas blancas, azules y rojas para festejar la victoria frente a los africanos gracias a los goles de Dzyuba, Cheryshev y Fathy en propia puerta.
Y lo mejor de todo es que, pese a los temores que existían sobre la violencia de los hinchas rusos, todas las celebraciones y las disputas de los partidos se están llevando a cabo con total respeto y normalidad.
Con esta victoria, Rusia lidera el grupo A con seis puntos y, si mañana Arabia Saudí no gana a Uruguay, ya estará clasificada para octavos de final por primer vez en su historia (desde que participa como Rusia), por lo que la fiesta puede ser aún mayor.