El Saint-Étienne consumó su desgracia este domingo, cuando descendió a la Ligue 2 después de perder en el 'play off' por un puesto en la élite contra el Auxerre. La caída se dio en tanda de penaltis, donde los representantes de un club que es el único al que el PSG aún no ha alcanzado en títulos en Primera perdieron por 4-5.
Sus aficionados montaron en cólera en cuanto estaba confirmado el desastre y saltaron al terreno de juego para agredir a los futbolistas tanto de su equipo como del rival. Lanzaron bengalas que incluso llegaron a colarse en el túnel de vestuarios, donde los operarios del estadio tuvieron que taparse las vías respiratorias y emplazar a quienes estaban cerca a que hicieran lo propio.
De hecho, el portero del cuadro visitante, Donovan Léon, fue alcanzado por uno de los objetos mientras trataba de escapar. Los agentes de seguridad tuvieron que emplearse a fondo para desalojar el césped de estos radicales mientras los seguidores que habían guardado la compostura permanecían en sus asientos, en las gradas.
La magnitud de la trayectoria del Saint-Étienne en el fútbol francés es lo que motivó estos disturbios en el estadio, si bien no por ello son aceptables. Su plaza en la élite se la quedó el Auxerre, que llevaba diez años peleando por regresar y no era, para nada, favorito en una eliminatoria que acabó resolviéndose en su favor.
May 29, 2022