Una de las realidades con las que tiene que convivir Leo Messi es con los alegales métodos con que algunos defensas le frenan. Sin embargo, siempre lo ha asumido con naturalidad, nunca ha sido de perder los papeles. Sin embargo, en Sevilla sí que se revolvió. Ahora entendemos mjor por qué.
La fea patada de Diego Carlos acabó con amarilla y una tangana en la frontal del área porque el argentino se iba a por su pateador a pedirle explicaciones. Las fotos que compartió el Barcelona el antes y el después dejan claro que fue más que una caricia.
Leo Messi salió a entrenar este domingo con una evidente herida de tacos en la espinilla derecha. La entrada del sevillista le rompió las medidas y fue a una altura en la que la espinillera no le pudo cubrir.
El 'crack' del Barça salió marcado de Sevilla, aunque su concurso no corre peligro para el choque contra el Athletic. Sin embargo, ahora se entiende mejor el calor del momento, quizá temiendo que de haber sido un poco más arriba podría haberle hecho bastante daño en la rodilla.