Antes del partido ante el Valencia en Mestalla, el Sevilla anunció las bajas de Augustinsson y Julen Lopetegui debido a que ambos empezaron a tener síntomas de COVID-19. Los dos no acudieron al partido y Pablo Sanz, segundo entrenador, asumió el mando en su ausencia.
A pesar de que el propio club confirmó que había dado negativo en los test de antígenos, el guipuzcoano se quedó aislado en el hotel de concentración. Por eso, la sesión de entrenamiento de este juevos estuvo protagonizada por la falta del preparador hispalense.
Con Pablo Sanz todavía al mando, el Sevilla prepara ya a próxima cita liguera en el Sánchez-Pizjuán, donde este sábado recibe al Celta. Mientras sus futbolistas estaban ejercitándose para el choque, Lopetegui se ha estado realizando una prueba PCR para salir de dudas.
Según 'Mundo Deportivo', el Sevilla no ha informado aún de esta situación, pero el técnico no podrá regresar con el grupo hasta que los resultados confirmen que es negativo. Hasta entonces, el segundo se hará cargo del equipo.