Apenas llevaba 17 minutos sobre el césped del Wanda Metropolitano, cuando Gareth Bale materializó con vehemencia un contragolpe magistralmente guiado por Luka Modric y Karim Benzema.
El extremo galés firmó el 1-3 y lo celebró con una rabia inusitada en su siempre carácter frío emocionalmente. El '11', suplente en el Camp Nou y en el Wanda Metropolitano, liberó la tensión contenida.
La salida de Cristiano Ronaldo en verano rumbo a Turín reorientó el foco hacia Gareth Bale, llamado a recoger el testigo del portugués y abanderar un Real Madrid que acaba de perder al líder de su última década.
Sin embargo, las lesiones eclipsaron el ilusionante inicio de temporada. Sus problemas musculares volvieron a cortar la proyección de un galés con unas condiciones tan privilegiadas como frágiles.
No obstante, Gareth Bale ha sido protagonista en todas las postales de éxito del Real Madrid. Desde la carrera antonlógica con Marc Bartra para ganar la Copa del Rey al Barcelona, hasta la espectacular chilena para alzar la 'Decimotercera' Champions League en Kiev.
Entretanto, el galés ya suma 100 goles con el conjunto blanco. Aterrizó en el Santiago Bernabéu en 2013 como el fichaje más caro de la historia del club y ha levantado cuatro de las últimas cinco Copas de Europa.
9 de febrero de 2019