En la última ronda para saber quiénes completarán los cuatro grupos de Segunda B, hasta seis encuentros se jugaron por la mañana.
De todos ellos, el choque en Villarrobledo alcanzó cotas más que espectaculares e impropias de este tipo de partidos. El filial rojiblanco se llevó para casa un triunfo que, salvo gesta de los albaceteños, le pone un pie y medio en la categoría de bronce.
El Villarrobledo no había perdido aún en casa y se llevó un 3-6 muy doloroso. Una triunfal salida de los rojiblancos dibujó un 0-3 a los 14 minutos tras el doblete de Sekou y el tanto de Chema.
En un choque con tintes épicos, incluso no faltó un gol en el 94', cuando Darío Guti hizo más grande la herida para los locales.
En Ibiza, en cambio, toda la emoción quedó reservada para el último instante. En el 90', Gregori firmó un tanto importantísimo que obliga al Atlético Levante, gran campeón de su grupo, a remontar en casa si no quiere llevarse el segundo varapalo tras ser eliminado en la ruta de campeones.
Por la mínima venció también el Socuéllamos al Unionistas. Un partido con indéntico resultado pero cocinado a la inversa: fue a los 16 minutos cuando Kike Domínguez consiguió dar una buena renta a los suyos.
El Durango fue otro de los que dio un zarpazo a domicilio. Venció por 0-1 al San Fernando con gol de Josu Egaña para llevarse a casa una buena renta.
La mañana se completó con un par de empates a un gol. Los vistos entre Ejea y Cádiz B, así como en el Salmantino-Compostela. Resultados con ligera ventaja para los visitantes aunque para nada definitivos.