Los cuatro cracks que le hacen ojitos al Madrid

El idilio de Eden Hazard con el Real Madrid comenzó cuando todavía militaba en el Lille e, incluso, ya por aquel entonces Zinedine Zidane recomendó su fichaje, aunque finalmente puso rumbo a Londres seducido por el proyecto del Chelsea.

No obstante, desde Stamford Bridge el flirteo con el Real Madrid ha sido constante y en cada ventana de traspasos el belga ha compartido públicamente su deseo de triunfar en el Santiago Bernabéu más pronto que tarde.

A falta de confirmación oficial tras la disputa de la final de la Europa League, Eden Hazard ya tiene acordado su desembarco en Chamartín, donde también esperan a jugadores de la talla de Neymar, Pogba o Mbappé.

Los tres galácticos comparten con el belga que el interés de ambas partes por unir sus caminos no es ninguna novedad, si no que viene de años atrás y solo los avatares del destino han querido que, hasta la fecha, no hayan coincidido.

Pogba firmó con el Manchester United por las altas pretensiones de su agente Mino Raiola. El Real Madrid trató de convencer a la Juventus, pero el precio de la operación se disparó y en el Bernabéu dejaron pasar la oportunidad.

Tres años después, el centrocampista francés quiere abandonar de nuevo Old Trafford y así lo ha hecho saber tanto en público como en privado, intercambiando elogios con Zinedine Zidane en distintas ruedas de prensa.

Mientras tanto, en París están las dos joyas que Florentino Pérez quiere para la corona del Real Madrid: Neymar y Mbappé. Tanto el brasileño como el francés estuvieron cerca de vestir de blanco, no lo hicieron y, en cierto modo, ahora se arrepienten.

Neymar descartó al Madrid para firmar por el FC Barcelona y desde que pisó el Parque de los Príncipes está buscando la manera de abandonar la Ligue 1, soñando tanto con su deseo de regresar al Camp Nou como de recalar en el Santiago Bernabéu.

Mbappé también pudo ir al Real Madrid hace dos temporadas, cuando finalmente decidió formar parte del proyecto faraónico del PSG. Sin embargo, el pasado domingo hizo saltar las alarmas de París, reclamando mayor protagonismo bajo la amenaza de forzar una salida.