Keko afronta una nueva etapa como jugador del Deportivo de La Coruña, pero llama mucho la atención cómo su rendimiento ha ido decayendo desde que salió de las filas del Eibar. En el Málaga, no estaba muy a gusto y así lo transmisitó en su primera rueda de prensa.
"A nivel personal y mentalmente, era difícil de llevar. Han sido seis meses un poco raros. El club no quería que me quedase y yo no quería quedarme. Estuve sin convocar, empecé a jugar y bien, pero me lesioné y ya no volví. Estabas en un sitio que no querían que estuvieses y eso hace que no estés a gusto", dijo el jugador.
"Necesitaba recuperar confianza, sentirme querido, y en el Dépor fue donde más noté que podía darse esa situación. Con el jeque nunca se sabe. No porque sea mejor o peor, pero, a veces, toma decisiones según le parece sin consultar a nadie. Aunque todos en el club estuviesen de acuerdo, si él no hubiese querido… Tenía ese temor de que no quisiese aceptar porque él me apreciaba bastante", añadió.
Respecto a la situación malacitana, argumentó además: "Me parece que tienen una gran plantilla, mucho potencial. Pero, como me estaba pasando a mí, le está pasando a muchos compañeros. La situación institucional es inestable y el jugador necesita seguridad para rendir. Estar pendiente del campo. A veces allí se está más pendiente de lo de fuera".
"Aunque la gente y los jugadores no tenemos información real porque cada uno contaba una historia, sí hay ese temor. Nadie sabe lo que está pasando", finiquitó antes de hablar sobre su nuevo entrendor, Fernando Vázquez. "Desde dentro se ve todavía más carismático. No lo había visto nunca y el otro día me hizo mucha gracia cuando fue a celebrar el gol corriendo con la afición. A mí me gusta eso", expresó.
February 5, 2020